El Passeig de Gracia es una de las avenidas más famosas y emblemáticas de Barcelona. Con una longitud de 1,5 km, se extiende desde la Plaza Cataluña hasta el barrio de Gracia.
La historia del Passeig de Gracia se remonta al siglo XVIII, cuando fue construida como una carretera rural que conectaba Barcelona con el pueblo de Gracia.
El antiguo camino de Jesús, de tipo rural y con huertos en ambos lados, era la vía principal para ir del municipio de Gracia - que fue independiente de la ciudad condal hasta 1897 - hasta Barcelona, por donde se entraba a través del Portal del Ángel. El nombre provenía del antiguo convento Franciscano de Santa María de Jesús (1427), situado a la altura de la calle Aragó, era la única edificación del llano de Barcelona fuera de las murallas de la ciudad, y constaba de convento, claustro, iglesia, cementerio y huerto, hasta que fue destruido en la Guerra de Independencia.
En 1821 el Ayuntamiento de Barcelona presentó el primer proyecto de urbanización, obra de Ramón Plana. Debido a las epidemias que asolaron la ciudad en aquella época, el proyecto tuvo que detenerse. En 1824 regresó el absolutismo a España y el proyecto se reanudó el 28 de agosto.
El Paseo, como lo conocemos actualmente, inaugurado en 1827, tenía 42 metros de ancho y fue el lugar favorito de la aristocracia para exhibir sus habilidades en el arte de montar a caballo y sus coches lujosos durante todo el siglo XIX. Por esta época, el Paseo era uno de los lugares de recreo más conocidos de la ciudad, con cafés, restaurantes, salas de baile, atracciones y teatros.
Este paseo debía ser un eje determinante en el proceso de instauración del proyecto del Ensanche barcelonés ideado por Ildefonso Cerdá. Un proyecto que duró las tres décadas que comprendieron entre los años 60 y años 90 del siglo XIX. Alrededor del Paseo se definió un núcleo residencial de baja densidad constituido en gran parte por edificios unifamiliares. En aquel entonces, la zona era conocida por sus jardines y villas de recreo de la alta burguesía. Durante la segunda mitad del siglo XIX, la zona experimentó un rápido desarrollo y se convirtió en un importante centro comercial y financiero de la ciudad. En la última década del siglo, poco a poco todo el sector de la ciudad fue adquiriendo un protagonismo comercial atrayendo la burguesía, que hizo que se fueran substituyendo las casas aisladas con jardín por edificios de pisos.
A finales del siglo XIX, el Passeig de Gracia se convirtió en la principal arteria de la Barcelona modernista. La arquitectura modernista era un estilo arquitectónico que se caracterizaba por el uso de formas curvas y sinuosas, la ornamentación exuberante y el uso de materiales como el hierro forjado, la cerámica y el vidrio. A lo largo del Passeig de Gracia, se construyeron numerosos edificios modernistas diseñados por algunos de los arquitectos más importantes de la época, como Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch.
Entre los edificios modernistas más famosos del Passeig de Gracia se encuentran la Casa Batlló y la Casa Milà, diseñadas por Gaudí, así como la Casa Lleó Morera, diseñada por Domènech i Montaner. Estos edificios se han convertido en iconos de la ciudad y son una atracción turística importante.
A lo largo del siglo XX, el Passeig de Gracia continuó siendo una de las avenidas más importantes de Barcelona. En la década de 1960, la zona experimentó una transformación importante con la construcción de varios edificios de oficinas y centros comerciales. A pesar de estos cambios, muchos de los edificios modernistas originales se han conservado y se han convertido en puntos de referencia de la ciudad.
En la actualidad, el Passeig de Gracia es una de las avenidas más animadas y vibrantes de Barcelona, con una amplia gama de tiendas, restaurantes y cafés. La zona sigue siendo un importante centro comercial y financiero de la ciudad, así como un importante centro turístico y cultural.