Al otro lado de la Sierra de Collserola se encuentra una de las joyas arquitectónicas de Cataluña, el Monasterio Románico de Sant Cugat del Vallés. La excelente conexión de transporte público entre esta localidad y Barcelona convierte a Sant Cugat en una visita obligada para todos aquellos amantes de la arquitectura e historia medievales.
Gracias a su cercanía con Barcelona, Sant Cugat del Vallès es el lugar elegido por muchas familias que trabajan y estudian en la ciudad, pero que prefieren residir en un entorno más tranquilo, con un ambiente de pueblo y rodeado de naturaleza. Conectado eficientemente con el centro de Barcelona a través de los Ferrocarriles de la Generalitat, Sant Cugat ofrece la combinación perfecta de comodidad urbana y tranquilidad rural. La joya indiscutible de Sant Cugat es su Monasterio Románico, un monumento impresionante que es una visita indispensable para aquellos interesados en la historia y la arquitectura de Cataluña.
El Monasterio de Sant Cugat: Historia y Características
El Monasterio de Sant Cugat fue fundado en el siglo IX. Su importancia histórica y arquitectónica lo convierte en uno de los mejores ejemplos del románico en Catalunya. Durante la Edad Media, este monasterio fue uno de los más influyentes de la región, jugando un papel crucial en la vida religiosa y cultural.
La estructura del monasterio ha resistido el paso del tiempo, permitiendo a los visitantes admirar su magnificencia original. El claustro, construido en el siglo XII, es particularmente notable. Cuenta con 144 capiteles, cada uno de ellos único, esculpidos con detalles intrincados que representan escenas bíblicas y de la vida cotidiana medieval. Estos capiteles son un testimonio del arte románico y ofrecen una visión fascinante de las historias y leyendas que formaron parte de la cultura de esa época.
La iglesia del monasterio es otro punto destacado. Su rosetón, uno de los más grandes y mejor conservados del país, inunda el interior con una colorida y suave luz, creando una atmósfera serena que invita a la contemplación. Los frescos y esculturas dentro de la iglesia también merecen una atención especial, ya que reflejan la devoción y el talento artístico de los monjes que vivieron allí.
Otros Atractivos de Sant Cugat
Aunque el Monasterio es el principal imán turístico de Sant Cugat, una vez allí el visitante puede disfrutar de otros atractivos de la ciudad. El Mercat Vell (Mercado Viejo), renovado recientemente, alberga una variedad de tiendas y restaurantes con productos frescos y platos tradicionales.
El Teatro-Auditorio de Sant Cugat, punto de interés para los amantes de las artes escénicas, ofrece una programación variada que incluye teatro, música y danza y es un referente en la comarca.
El Celler Modernista (Bodega Modernista), obra de un discípulo del Gaudí es otra de las joyas arquitectónicas de la localidad. Esta antigua bodega cooperativa es un ejemplo del patrimonio industrial y modernista de la región.
Finalmente, el Parc de Collserola, uno de los parques metropolitanos más grandes de Europa, se encuentra a las puertas de Sant Cugat. Con numerosas rutas de senderismo y ciclismo, este parque es ideal para quienes desean explorar la naturaleza y disfrutar de vistas panorámicas tanto de la ciudad de Barcelona como de la comarca del Vallés.
En definitiva, una visita al impresionante Monasterio de Sant Cugat, de interés cultural indiscutible, puede ser la excusa perfecta para descubrir esta localidad y sus diversos atractivos, y entender por qué ha sido elegida como lugar de residencia por tantos y tantos barceloneses.