El pintoresco barrio de Sarrià en Barcelona conserva su su distintiva personalidad y su encanto, y ha conseguido mantener un tranquilo ambiente de pueblo en medio de la bulliciosa ciudad.
Cada uno de los barrios de Barcelona posee unas características y personalidad propias. Uno de los que tiene más encanto es el barrio de Sarrià, perteneciente al distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Situado en la zona noroeste de Barcelona, cuenta con una rica historia que se remonta a la época medieval. Originalmente, Sarrià era un pequeño pueblo agrícola a las afueras de la ciudad, rodeado de huertos y viñedos.
Historia de Sarrià
Durante la Edad Media, este barrio era conocido por su producción agrícola y su papel como punto de paso de las rutas comerciales que conectaban Barcelona con el interior de Cataluña. A medida que la ciudad crecía, Sarrià se convirtió en un refugio para quienes buscaban escapar del bullicio del centro urbano. La nobleza catalana construyó sus residencias de verano en la zona, creando majestuosas mansiones y elegantes fincas que todavía pueden admirarse hoy en día.
En los siglos siguientes, Sarrià experimentó un crecimiento lento pero constante, consolidándose como un próspero enclave residencial. A finales del siglo XIX y principios del XX, el barrio vivió un periodo de expansión y modernización, con la construcción de nuevas infraestructuras y la llegada del ferrocarril que conectaba Sarrià con el centro de Barcelona. Se abrieron numerosos colegios religiosos para educar a la burguesía barcelonesa y que aún hoy destacan en el barrio. No fue hasta 1921 cuando Sarrià se anexionó a la ciudad, convirtiéndose en el último pueblo en hacerlo.
A pesar de su crecimiento y desarrollo, Sarrià supo conservar su encanto y carácter distintivo, manteniendo su atmósfera de pueblo tranquilo en medio de la bulliciosa metrópolis. Hoy en día, sus pintorescas calles parecen congeladas en el tiempo e invitan a pasear y relajarse en los cafés que ocupan sus tranquilas plazas.
Sarrià en la actualidad
En las últimas décadas, Sarrià ha experimentado un renacimiento, atrayendo a una nueva generación de residentes y visitantes con su mezcla única de historia, encanto y modernidad. Sigue siendo un paraíso para quienes buscan un estilo de vida tranquilo y sofisticado, lejos del bullicio de Barcelona. Su proximidad a la sierra de Collserola, muy popular entre ciclistas y corredores, la presencia de colegios de primera categoría y sus excelentes conexiones de transporte público con el centro de la ciudad hacen de Sarrià uno de los lugares más apreciados para vivir de Barcelona.
Lugares de interés
Algunos de los lugares de interés del barrio son la Plaça de Sarrià, donde se encuentra la iglesia románica de Sant Vicenç; el Carrer Major o Calle Mayor, llena de tiendas, restaurantes y cafeterias, el Mercado de Sarrià y el Parque de l'Oreneta, una de las zonas verdes de la zona.
Entre los restaurantes recomendados están el Tram-Tram, el Vivanda, el Santamassa y el Bocconi. Por otro lado, el típico y muy popular Bar Tomás presume de servir las mejores bravas de la ciudad. Si quieres hacer un viaje en el tiempo, haz una visita a la emblemática "Foix de Sarrià", una preciosa pastelería antigua que lleva funcionando desde 1886. Tiene dos locales, uno en la Calle Mayor 57 y otro en la plaza de Sarrià.